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Mostrando entradas de 2009

Berenguer Mallol

Me felicito por haber tenido la fortuna de conocer a los que me empujaron a abrir este blog. Y lo compruebo ahora que repaso las entradas antiguas. Sin quererlo llevo un año relatando un pedacito de mi historia personal. Interesante sin duda. Este preámbulo sirve para introducir un relato que cuente algunos de mis recuerdos vividos en casa de mis “yayos” en la calle Berenguer Mallol de Valencia. Ahora todavía los tengo relativamente frescos en mi memoria y mañana Dios sabe. La casa estaba en un segundo piso sin ascensor y con unas escaleras muy estrechas. La casa tenía un estrecho balcón delante pero una sensacional galería semicerrada en la parte de atrás donde discurría la mayor parte de la vida diaria gracias al benigno clima de Valencia. Se me agolpan cientos de anécdotas y pequeños recuerdos que quisiera traer aquí: La coca de llanda de mi yaya, el codonyat dolç, el boxeaoret, el sifón, el comú, el olor dulzón de mi abuela, la paz y el sosiego en la mirada de mi abuelo, … Pero

Media maratón de Valencia 2009

22 de noviembre de 2009. Tiempo: 1h38’’ Sensacional el día para correr aún cuando a media mañana la temperatura pudiera ser un poco elevada para los que pretendían hacer una gran marca. A los dos primeros clasificados poco les importó esta temperatura pues bajaron de la hora. Son gente de otra galaxia en el mundo del corredor. Me planteé esta prueba con mucha tranquilidad y con la máxima de disfrutar corriendo del recorrido. Salí acompañado de dos climaturios. Ignacio “el caidas”y Javi “tronco”. 6000 corredores en línea de salida, así que hasta el km 10 íbamos acompañados y arropados por cientos de corredores. Ritmo fácil desde el principio de 4’45’’ Hacía años que no corría tan a gusto. Tal era mi intención de disfrutar la carrera que en el km 8 dejé marchar a mis compañeros para pasar a un cómodo ritmo de 4’50’’ Puerto de Valencia, Blasco Ibáñez, estación del Cabanyal, Alameda, calle de la Paz y plaza del Ayuntamiento. Km 12. Poder conquistar el centro de ciudad a golpe de zapatil

Molan y fardan

No tengo muy claro si son términos aceptados por la REA pero estoy seguro que los de mi generación conocen bien su significado. Mi hijo seguramente diría que son "guay" y tal vez no entienda el por qué fardan pero no tengo duda de que molan y fardan mucho. No soy yo muy partidario de comprar artículos Nike pero aprovechando mi viaje a Nueva York visité la tienda Niketown y me atrajo este modelo de zapatillas. Tanto que pedí talla, me las probé y las compré. ¿ A que molan? Y lo que voy a fardar con ellas. Y como es de bien nacidos ser agradecidos no puedo dejar de lado mis viejas Asics que me han acompañado durante tantos kilómetros. No cabe duda de que los corredores somos fetichistas y que mejor fetiche que nuestras zapatillas. Las llevamos en su bolsa, las cuidamos, vigilamos sus achaques y jamás las lavamos. No queremos que pierdan sus "propiedades". Y cuando acaba su vida útil las guardamos cual reliquia sagrada porque han superado los kilómetros recomendados

Boujdour. Historias africanas

Pequeñas anécdotas como esta son las que te hacen pensar si el rumbo de nuestra vida es el correcto. Camino de Boujdour en nuestro sencillo “fiat uno” diesel paramos en una gasolinera a repostar. Saliendo de El Aiun y de camino a Boujdour esta es la única gasolinera que encontramos. Lo cual quiere decir que en un recorrido de 300 km no íbamos a encontrar otra y durante el camino estábamos flanqueados por el Atlántico y el desierto. Al llegar a la gasolinera encontramos a un grupo de mediana edad que viajan en un flamante todo-terreno “Range Rover” con motor de gasolina. Estaban vestidos con ropa tipo “coronel tapioca” y hablaban inglés. ¡Preparados para cruzar los más peligrosos desiertos del planeta! Nosotros, dos valencianos con buenas nociones de francés y vestidos con mocasines de calle, pantalón de vestir y camisa, bajamos de nuestro utilitario y nos dirigimos al empleado del surtidor para llenar el tanque. Mientras nos llenaban el depósito se nos acercó el grupo de alterados expe

Las cenizas de Ángela

Este ha sido uno de los libros que he leído este verano. Tal vez no esté capacitado para enjuiciar los valores literarios de este libro pero no cabe duda que esta obra ha logrado conmoverme. Mientras leía este libro una sensación de tristeza, desasosiego y rabia me envolvía. Por un lado no quería seguir leyendo y por otro lado esperaba el hueco entre los quehaceres diarios para leer. Siguiendo mi costumbre, no he visto y no tengo intención de ver la película adaptación de este libro. Pero quienes la han visto me comentan que también la película logra reflejar esta sensación. Parece ser que el libro es autobiográfico y se desarrolla en la Irlanda industrial de principios de siglo XX. La crudeza de lo relatado y el hecho de ser autobiográfica hace todavía más dura la historia. El gris del cielo, la suciedad, el hambre, los harapos y la lucha por subsistir son los ingredientes de la novela. No voy a contar el libro pero si aprovechar para recomendar su lectura.

Desvaríos sin sentido

Corro, salto y me zambullo. En el interior del agua agito mis pies de modo convulsivo intentando alcanzar el fondo que no puedo ver y mis pulmones creo van a estallar. Es hora de retornar a la agitada superficie del mar. Dicen que un resumen de tu vida puede pasar en imágenes por tu mente. El tiempo se detiene y puedes ver tu cuerpo mientras tu mente flota por encima. ¿Chorradas o será verdad? Estoy soñando o es que finalmente tomé la decisión de no alcanzar la superficie. Si, ahí está y la puedo tocar. Olas que agitan fuertemente todo lo que por allí flota. Flotar, flota todo lo que no se hunde y lo que no se quiere hundir pues aunque flote si no tienes el ánimo suficiente acabas hundiéndote en la profundidad sin solución de continuidad. Y es que la mente es frágil a pesar de ser capaces de construir los ingenios mecánicos más inverosímiles. Algún día el mundo científico se decidirá por explorar esa fragilidad para robustecer nuestra primigenia debilidad de mente. Franco Batiato ya c

La Gran Manzana de nuevo

Como si de una premonición se tratara, (por estas mismas fechas hice una entrada en este blog sobre un hipotético viaje a NY) este mes de agosto pasado “pensat i fet”, reservamos billetes, endosamos “el niño” a mis padres y mi mujer y yo nos plantamos con las maletas en el aeropuerto de Valencia para iniciar el viaje a Nueva York. Manhattan para ser más exactos pues el estado de NY tiene cinco condados y el viaje se centró en la isla de Manhattan. Valencia, Madrid y Madrid, NY. Muchas horas de viaje pero un buen libro (Las cenizas de Angela), mi facilidad para dormir en los aviones y el reto de intentar comerse la comida del avión sin tirar la mitad de los recipientes al suelo consiguieron que todo fuera llevadero. La primera impresión fue algo decepcionante porque todo era como había imaginado y, más aun, escrito sobre ello. Pero, sin duda, puedo decir que NY acabó atrapándome. Elegimos el hotel Paramount que afortunadamente estaba muy bien situado junto a la Avd. Broadway y rodeado d

Así nos ven

Lo imaginaba y hace unos meses pude comprobarlo. Los tópicos son ciertos. Media maratón del Puerto de Sagunto. Km. 5, siento un agudo pinchazo en el soleo de la pierna izquierda. Por prudencia y puesto que mi intención no era disputar la prueba a tope decido retirarme. Me dirijo al coche, me pongo ropa seca y me voy a meta para ver como llegan mis compañeros del asfalto. Es la primera vez que estoy en meta esperando la llegada de mis compañeros. En total somos quince climaturios. Estoy a unos veinte metros de la pancarta de meta rodeado de público de todas las edades que se agolpa interesado por la llegada de los primeros clasificados. Y aquí llega mi sorpresa. Los comentarios del público que me rodea y que merecen ser esculpidos en mármol. Un caballero, sobre los cincuenta años de edad, bajito y con bigote le dice a su acompañante: - El secreto de estos que corren tanto, refiriéndose a los norteafricanos que llegan en los primeros lugares, es no beber durante la carrera. Toma

BOUJDOUR

El nombre de esta pequeña ciudad situada en la costa oeste del continente africano, antes llamado Sahara occidental, es poco conocida pero posee especial significado para mi. Situada en la costa sahariana entre El Aiun y Dackla. Y decir entre es muy atrevido pues entre estas ciudades hay más de 500 km. Circunstancias y avatares variados me llevaron, junto a dos socios, a verme envuelto en la creación de una empresa de congelación de pescado y marisco y su distribución en Valencia. Boujdour era la población donde levantamos la factoría por estar muy bien situada para la captación del pescado, sepia y calamar principalmente, de los puertos saharianos del antiguamente conocido como Sahara español. Boujdour es una ciudad costera con un pequeño puerto donde cada día llegan barcas dedicadas a la pesca artesanal y rodeada por el desierto. El desierto que rodea a esta pequeña ciudad no se parece a la idea de desierto que tenía antes de llegar allí. El desierto allí es un terreno árido, pedrego

Travesía y Enganche

Una larga travesía. Allá para principios del mes de junio de 2008 dejé mi anterior empleo. Jamás sabré si entonces tomé la mejor decisión y no se puede vivir con permanentes “pudo ser” (me gustó esto cuando se lo leí a mi amigo Charlie). La mejor decisión es la que se toma y adelante con todas las consecuencias. Comencé una larga travesía hasta el mes de marzo de 2009. Ahora desde la distancia y pasados cuatro meses desde el inicio de mi nueva etapa laboral todo se matiza y la recuerdo como corta e intensa. Corta porque muy pronto se me vino encima julio y agosto donde la actividad laboral se paraliza y en mi entorno todos pensábamos en las vacaciones. Mi hijo de vacaciones y yo aproveché para ejercer de padre de modo muy intenso. No se si con los años mi hijo lo apreciará pero esos meses los aproveché para estar muy cerca de él. Mes de Junio de 2008. Un martes cualquiera a las 11 de la mañana. Allá iba yo con mi hijo al Bioparc mientras la mayoría de los mortales estaba trabajando. C

Urbanismo amigo.

En fallas aproveché para viajar un poco y visitar de nuevo la ciudad de Logroño donde viven unos familiares. Cegado por la deslumbrante ciudad de las ciencias, las megaconstrucciones de Calatrava y mi tan querido (y a veces odiado) cauce del río me enfrenté a la ciudad de Logroño con cierto desprecio. Salí a correr por las orillas del río que baña la ciudad de Logroño, paseé por sus nuevos barrios y recorrí el casco antiguo para homenajearme a base de tapas y vinos. Y salí humillado. Quiero a Valencia y la defenderé a muerte pero visitar ciudades tan encantadoras como Logroño te descubre los excesos urbanísticos y las aberraciones que se pueden cometer en ciudades como Valencia. Me explicaré. Cuando viene alguien de fuera a Valencia le enseño el cauce del río como un lugar ideal para correr y que tal vez no exista en España punto mejor que este para correr. Salir a correr a orillas del río por Logroño supone encontrar extensiones kilométricas de césped cuidadosamente cortado donde podr

A esos los mantenemos nosotros

Cualquier tarde de una semana cualquiera a eso de las seis de la tarde paseando por el barrio de Monteolivete de Valencia pude oír esa frase que no presagia vientos calmados a nuestra sociedad. El escenario es una terraza de bar con una camarero de alrededor de 35 años ordenando las mesas de la terraza y un cliente de unos 40 años con un café en la mesa y el periódico en la mano. En ese mismo momento pasa por allí un individuo de alrededor de 20 años, rasgos magrebís o magrebíes (Marruecos, Túnez o Argelia). Viste con ropa de adolescente, una mochila pequeña en la espalda y un teléfono móvil por el que habla sin parar. Habla vociferando e intercalando risotadas en la conversación. Sin duda llama la atención allí por donde pasa. En cualquier otro momento no tendría mayor importancia esta situación. Pero estamos en situación de crisis, el empleo no abunda y las miradas se centran en los inmigrantes. En barrios obreros y de baja formación es fácil prender chispas. Un inmigrante dando la i

Maratón de Valencia 2009

Un adjetivo para describir mi maratón en Valencia este año 2009 AGÓNICO. Días entes de la prueba no estaba especialmente nervioso. Mi actual situación laboral me mantiene un nivel de preocupación y ansiedad tal que la maratón es un elemento de desahogo y relajación importante. Como de costumbre la noche anterior a la carrera dormí mal y, pese a intentarlo, antes de las doce no estaba en la cama. En el despertador digital de mi mesita de noche vi dar las horas hasta las seis treinta que sonó el despertador. Desayuno un café con leche y una magdalena. Normalmente hago los largos en ayunas y hoy no era el día de cambiar las costumbres excesivamente. Paso hasta tres veces por el baño, me pongo la ropa de correr, me vuelvo a plantear por enésima vez si me pongo la mierda del cinturón para llevar los geles del tiburón o me los meto en la cintura del pantalón y bajo a la puerta de Palestina a reunirme con los compañeros. Se masca el nerviosismo entre nosotros y se habla poco. Llegamos a la zo

3,5M-1

Hoy a las 13:00 más o menos he recibido la esperada y ansiada llamada. El próximo lunes dejo de engrosar las listas de Celestino Corbacho y serán tres millones y medio menos uno los que engrosen las listas del paro. 10 meses. Una larga travesía (prometo entrada con este título). Júbilo, alegría, tristeza en algún aspecto, alborozo...... Calma y tiempo para digerir mi nueva situación.

Otra muesca en el revolver

Mi cuarta maratón y no será la más recordada. Mi tiempo no ha sido ni el mejor ni el peor pero las sensaciones son de decepción y lo mejor que puedo decir es que la he terminado y tengo una muesca más en el revolver. En esta entrada voy a limitarme a copiar un correo que pasé a mis compañeros de equipo con los que he compartido entrenamientos, carrera y celebración. En otra entrada que ya preparo me dedicaré a mi carrera y a mis propias sensaciones. Maratón de sensaciones Al margen de los resultados deportivos y las marcas alcanzadas, el día de la maratón significó para todos nosotros una maratón de sensaciones. Amistad. Porque un grupo de conocidos se juntaron hace años para entretenerse haciendo lo que más les gustaba, correr, y han acabado construyendo lazos de amistad que van más allá de lo deportivo. Nerviosismo y ansiedad es lo que podíamos ver en las caras de todos nosotros a las 8 de la mañana del domingo 22 de febrero. Superación y esfuerzo. Cada uno de los corredores sabe lo

La muerte tenía un precio

Noticia del Telediario del 25 de febrero. Algunos estados de EEUU están tramitando una ley para abolir la pena de muerte. La razón para acabar con esta ley (el ser o no ser de esta ley será tema de otra entrada) no es otra que la económica. Es más caro para el estado un reo con pena de muerte frente a un reo con cadena perpetua. La pena de muerte conlleva tantos trámites previos y gastos añadidos que resulta para el estado más barato condenarlo a cadena perpetua. Y como estamos en tiempos de crisis económica pues a la carcel hasta que se pudra. Flipo. La muerte tenía un precio http://www.youtube.com/watch?v=zSlk02Iv4b4

La sociedad de la intoxicación

Se dice que vivimos en la sociedad de la información. De alguna forma es cierto pero leyendo los titulares de la prensa me atrevo a afirmar que vivimos en la sociedad de la intoxicación. Prensa dominical del pasado fin de semana. En portada y con fotos a color. Las Provincias de Valencia: La manifestación de los sindicatos contra el Consell pincha y apenas reúne 1400 personas. El Levante de Valencia: Miles de trabajadores salen a la calle en defensa del empleo. Ambas noticias llevan la misma foto. El texto no necesita comentarios, verdad? Acaso pretenden convencernos de que los que escriben son profesionales de la información. Les felicito porque han llegado a ser consumados profesionales de la desinformación y la intoxicación. Si cojo la prensa nacional estoy seguro de encontrar lo mismo. Spain es asín¡¡¡¡¡¡

Soy maratoniano

Soy maratoniano, así de rotundo, sencillo y claro. Nunca antes, creo recordar, lo había dicho de modo tan claro, rápido y sin detenerme a pensarlo. Estaba en una entrevista cuando me preguntaron si practicaba deporte. De modo espontáneo y sin pensarlo me salió, SOY MARATONIANO Ahora pensándolo detenidamente y cuando estoy deshojando la margarita de mi próxima participación en la 29 edición de la maratón de Valencia creo y estoy convencido de que me lo he ganado. He finalizado tres maratones y participado en más de veinte medias. Aún sin ganas me pongo las zapatillas para salir a correr. Y ahí estoy corriendo, a veces sin más compañía que el sonido de mis zapatillas al golpear el asfalto. Pero las más de las veces corro con mis compañeros de equipo. Y cuando haces balance de los días son esos ratos una de las razones que te hacen creer que todo tiene sentido en esta perra vida y que mañana será también un buen día para salir a correr. Lo peor que me puede pasar en una reunión con amigos

Un bebé

Allí estaba. Y yo contemplaba la escena detrás del cristal del autobús. Más de doce años que no la veía. Empujaba un carrito de bebé. Debió ser madre no hace muchos meses. Su rostro serio. Los años pasan pero la forma de andar y su cabeza alta la delataba. Supongo estaría paseando a su bien más preciado en estos momentos. Tonos marrones en su ropa. Le gusta el marrón. Los escasos segundos que pude contemplar la escena no me permitieron retener más detalles de su ropa. Un carrito de bebé azul, de ruedas grandes, clásico y de buen tamaño. Sin duda que un modelo clásico le hace sentirse más cómoda. Detrás del cristal no supe que hacer y ella no miró hacía el autobús. Me sentí un poco paralizado y si hubiera mirado tampoco me atrevo a predecir mi respuesta. Unos pocos segundos que se quedan retenidos en la mente y pueden durar una eternidad. ¿Niño o niña?, ¿Me importa? Una corta escena que remueve viejos sentimientos y más aún cuando nos alcanza en un momento de baja autoestima. No se si v