Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2011

Zapatillas nuevas

Va a ser un clásico la caída y ascenso de un nuevo par de zapatillas al Olimpo de mi zapatero . La fotografía refleja el pasado y el presente. Las viejas zapatillas han alcanzado los 1000 km y otras nuevas han venido a ocupar el lugar de aquellas. Es ley de vida. En el mundo de las zapatillas no existe la sustitución de componentes para alargar la vida de las mismas y por tanto tendrán que pasar de corredoras a zapatillas de paseo.

Cercano y personal

Me falló la vista y muy a mi pesar tuve que visitar al oftalmólogo. Hace de diez años que no visito a un médico exceptuando las revisiones médicas de empresa. La clínica visitada está cerca del barrio donde pasé mi infancia. La Isla Perdida. En una futura entrada me dedicaré a contar el origen del nombre de este barrio y ciertas peculiaridades del mismo que lo hacen especial. Una subida de tensión rompió un capilar en mi ojo derecho que dejó mi globo ocular sanguinolento y agravó mi vista cansada. Al salir de la clínica me encontré con un matrimonio de edad avanzada, padres de uno de mis amigos de niñez y vecino de escalera. Carlos y Pepita. Si mis padres cuentan más de setenta años, este matrimonio debe estar muy cerca de los ochenta si es que no los ha superado. Me acerqué a ellos con el temor de que no me reconocieran. Pero me reconocieron inmediatamente. La siguiente media hora la dedicamos a repasar los últimos años de mi vida y la de sus hijos. Todos casados y con hijos.

El glamour perdido

Hace unas semanas por motivos laborales hice un “salto” a Italia que no tuvo desperdicio. Salí del aeropuerto de Valencia a media mañana, aterricé en Bolonia y dormí en un hotel de Parma. Me levanté temprano, tomé un taxi que me llevó hasta una empresa en los alrededores de Milán. Tras una visita de negocios de un par de horas salí en taxi disparado a coger un avión en Bérgamo que me posó a media tarde en Valencia. Entretenido sin duda y laboralmente fructífera. Pero quiero traer aquí el desengaño sufrido durante el vuelo. Los vuelos los hice con la compañía de bajo coste Ryanair. No hace muchos años que se podía leer en las revistas de moda y del corazón bonitas historias sobre romances surgidos entre glamurosas azafatas de vuelo e importantes pasajeros. Me parece estar viendo a las exuberantes azafatas de vuelo con una altura respetable, rubias y con impecable uniforme. Caminaban ellas por los pasillos del avión mostrando su amplia sonrisa, andar pausado y repartiendo atenci

EL ÚLTIMO ENCUENTRO

De nuevo mi padre me recomienda un libro y el acierto no habría podido ser mejor. Si no conservo este libro en mis estanterías, pues deberé restituirlo a las de mi padre, es bien seguro que los conservaré entre mi selección de libros imprescindibles. El libro se titula “EL ÚLTIMO ENCUENTRO” y el autor es un húngaro llamado “SÁNDOR MÁRAI”. Cuando mi padre puso el libro en mis manos poco hacia presumir que esta edición de bolsillo que mi padre tuvo que encargar en una conocida librería acabaría cautivándome. Letra pequeña y diseño austero. Rápidamente me fui a la contraportada para leer con poca convicción el pequeño resumen de la obra. Al terminar tenía la certeza de que este libro a poco que se lo propusiera me iba a gustar. La temática me era familiar. Dos jóvenes que crecen y se educan juntos desde los inicios de su época escolar hasta convertirse en adultos. Cada uno de ellos proviene de estratos sociales bien diferentes. No doy muchos más detalles de la trama para no dest