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Mostrando entradas de octubre, 2012

Cabreado

Estoy cabreado. Y como estoy cabreado vengo aquí para contarlo. Hace pocos días acabé de leer un libro que hacía tiempo quería leer: El monje que vendió su ferrari. No está mal el libro. Te hace pensar bastante y alguna lección positiva sacas. Y por otro lado empecé a leer otro libro que también tenía interés el leer: De que hablo cuando hablo de correr. No llevo muchas páginas leídas pero en principio me está decepcionando. Demasiadas obviedades para los que ahora o en algún momento de la vida hemos corrido de forma habitual. Y mi cabreo viene cuando leo historias de personajes que dedican su tiempo a visitar monjes en el Himalaya para alcanzar los más altos niveles del conocimiento humano y estabilidad del alma. Otros personajes de estos libros, se supone autobiográficos, se permiten dedicar su vida a escribir, leer y correr. Y yo entonces digo. ¡No me toques los huevos! A ver qué harían éstos si tuvieran que trabajar cada día. Pero no ocho horas, si no nueve o

Los pepitos de mi madre

Pasó mi madre por casa y me dejó un paquete envuelto en “albal” (el de toda la vida) con dos pepitos. Hacía años me no me comía un pepito y la cena de aquella noche me trasladó a mi hogar de la niñez cuando en las ocasiones señaladas aparecían los pepitos en la mesa. El pepito es un pequeño bocadillo relleno de pisto con tomate, pimiento y huevo, que posteriormente se reboza en huevo y se fríe. Me supo a gloria. Gracias mamá.

Corro. Si

Muchos días sin colgar relatos en este mi blog. Escribo de forma habitual pero se queda en las diferentes libretas que guardo por aquí y por allá. Escribir en papel sigue teniendo su encanto. Pero hoy cuelgo aquí  un relato, historia, comentario, entrada, chascarrillo, anuncio o como lo quieras llamar, y lo voy a hacer sobre una de las cosas que más me gustan: Correr. Y es que hoy he corrido más de 20 km entrenando. Hacía muchos meses que quería contar algo como esto. Es una gran noticia personal que va ligada a que mi peso está holgadamente por debajo de los 80 kg. Vuelvo a correr. Soy corredor. .