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UN FINAL FELIZ

En tiempos de crisis se agradece una historia con final feliz.

Por cuarto año consecutivo el pasado mes de agosto subí a Siete Aguas desde Valencia para correr el gran fondo internacional de Siete Aguas. 15.150 m.

Este año mejoré mi tiempo en carrera por cuarto año consecutivo. Pero mis sensaciones durante la carrera no fueron buenas. Al finalizar me sentí muy cansado y poco satisfecho de mi carrera.

La temperatura ese día no acompañaba, mucho calor y mis ritmos de carrera tampoco fueron los adecuados para mi estado de forma.

Sobrevaloré mis posibilidades. Al final 1h14'

En la zona de llegada me encontré con un antiguo conocido. Vicente

Conocí a Vicente hace más de año y medio en el vestuario del gimnasio.
Los tíos en el vestuario hablan poco a diferencia de lo que ocurre en el de mujeres. Y no es que frecuente los vestuarios de mujeres (no será por falta de ganas). Pero al pasar por la puerta no puedo dejar de oir un incesante parloteo en su interior.

De tanto vernos en paños menores Vicente contó algunos pormenores de su vida.
Parecía entonces la imagen del fracaso. Un tipo alto, muy fuerte y gran deportista. Sin embargo laboralmente iba de fracaso en fracaso y parecía un poco desesperado. Desanimaba verlo así.

Le perdí la pista durante algún tiempo y allí a la llegada de la carrera de Siete Aguas nos veíamos de nuevo.
Allí estaba Vicente pletórico y radiante.
Cansado, su tiempo en carrera no era lo más importante. Parecía otra persona y su cara transmitía alegría y entusiasmo.
Hacía pocos días que Vicente recibía las calificaciones de su ingreso en los bomberos de Valencia.
Aprobó.

Un final feliz.

Mi carrera ya daba un poco igual pues volvía a casa contento.

Repito. Un final feliz

Comentarios

El Impenitente ha dicho que…
Siempre he pensado que las palabras más excitantes que existen son: vestuario femenino.

Ficha a Vicente. Si no gana carreras nos haremos un calendario con él y nos sacaremos unas pelas para Nueva York.

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