Hay que ser valiente para traer un hijo a este mundo. Y digo este mundo, porque este país en el que nos ha tocado vivir forma parte de un mundo donde comemos un plato de comida caliente cada día, tenemos acceso a un alto nivel educativo y tienes la opción de vivir rodeado de seres queridos.
Ella salió de España y viajó para traer ese niño al mundo, este mundo. Fue valiente e hizo lo que muchos otros habríamos dudado, titubeado, meditado y finalmente evitado.
Y se volvió a España con su hijo y las maletas llenas de alegría.
Decimos que todos los niños vienen al mundo con un pan bajo el brazo. En este caso además del pan traía consigo un reto. El destino escoge a los más valientes para afrontar los mayores retos.
No hay duda, escogió a la mejor.
El reto se llama Síndrome de Asperger y para quien no lo sepa, un niño con este síndrome es así:
Es un trastorno profundo del desarrollo cerebral caracterizado por deficiencias en la interacción social y coordinación motora, y por los inusuales y restrictivos patrones de interés y conducta.
El niño que padece de Asperger tiene un aspecto externo normal, suele ser inteligente y no tiene retraso en la adquisición del habla. Sin embargo, presenta problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados
La mala adaptación que presentan en contextos sociales es fruto de un mal entendimiento y de la confusión que les crea la exigencia de las relaciones interpersonales. A pesar de sus dificultades, los niños que padecen de ese trastorno son nobles, poseen un gran corazón, una bondad sin límites, son fieles, sinceros, y poseen un sinfín de valores que podemos descubrir con tan sólo mirar un poquito en su interior.
Los niños con este diagnóstico tienen severas y crónicas incapacidades en lo social, conductual y comunicacional. Cada niño no es igual, pero algunas de las características pueden ser:
-Socialmente torpe y difícil de manejar en su relación con otros niños y/o adultos Ingenuo y crédulo
-A menudo sin conciencia de los sentimientos e intenciones de otros
-Con grandes dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación. Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones
-Literal en lenguaje y comprensión
-Muy sensible a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores
-Fijación en un tema u objeto del que pueden llegar a ser auténticos expertos
-Físicamente torpe en deportes
-Incapacidad para hacer o mantener amigos de su misma edad
Estos niños pueden tener:
-Memoria inusual para detalles
-Problemas de sueño o de alimentación
-Problemas para comprender cosas que han oído o leído
-Patrones de lenguaje poco usuales (observaciones objetivas y/o relevantes)
-Hablar en forma extraña o pomposa Voz muy alta, o monótona
-Tendencia a balancearse, inquietarse o caminar mientras se concentran
El síndrome de Asperger es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1000 nacidos vivos) que tiene mayor incidencia en niños que niñas.
Estoy seguro que el tal Dr. Asperger no tenía idea de lo popular que iba a ser su nombre en el seno de esta familia.
Los retos, como los problemas, se deben coger de frente y para superarlos se pone cuerpo y alma. Alma no le ha faltado y cuerpo y salud se lo está dejando en el camino.
Valiente ella y afortunado yo por poder decir que es mi hermana.
Ella salió de España y viajó para traer ese niño al mundo, este mundo. Fue valiente e hizo lo que muchos otros habríamos dudado, titubeado, meditado y finalmente evitado.
Y se volvió a España con su hijo y las maletas llenas de alegría.
Decimos que todos los niños vienen al mundo con un pan bajo el brazo. En este caso además del pan traía consigo un reto. El destino escoge a los más valientes para afrontar los mayores retos.
No hay duda, escogió a la mejor.
El reto se llama Síndrome de Asperger y para quien no lo sepa, un niño con este síndrome es así:
Es un trastorno profundo del desarrollo cerebral caracterizado por deficiencias en la interacción social y coordinación motora, y por los inusuales y restrictivos patrones de interés y conducta.
El niño que padece de Asperger tiene un aspecto externo normal, suele ser inteligente y no tiene retraso en la adquisición del habla. Sin embargo, presenta problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados
La mala adaptación que presentan en contextos sociales es fruto de un mal entendimiento y de la confusión que les crea la exigencia de las relaciones interpersonales. A pesar de sus dificultades, los niños que padecen de ese trastorno son nobles, poseen un gran corazón, una bondad sin límites, son fieles, sinceros, y poseen un sinfín de valores que podemos descubrir con tan sólo mirar un poquito en su interior.
Los niños con este diagnóstico tienen severas y crónicas incapacidades en lo social, conductual y comunicacional. Cada niño no es igual, pero algunas de las características pueden ser:
-Socialmente torpe y difícil de manejar en su relación con otros niños y/o adultos Ingenuo y crédulo
-A menudo sin conciencia de los sentimientos e intenciones de otros
-Con grandes dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación. Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones
-Literal en lenguaje y comprensión
-Muy sensible a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores
-Fijación en un tema u objeto del que pueden llegar a ser auténticos expertos
-Físicamente torpe en deportes
-Incapacidad para hacer o mantener amigos de su misma edad
Estos niños pueden tener:
-Memoria inusual para detalles
-Problemas de sueño o de alimentación
-Problemas para comprender cosas que han oído o leído
-Patrones de lenguaje poco usuales (observaciones objetivas y/o relevantes)
-Hablar en forma extraña o pomposa Voz muy alta, o monótona
-Tendencia a balancearse, inquietarse o caminar mientras se concentran
El síndrome de Asperger es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1000 nacidos vivos) que tiene mayor incidencia en niños que niñas.
Estoy seguro que el tal Dr. Asperger no tenía idea de lo popular que iba a ser su nombre en el seno de esta familia.
Los retos, como los problemas, se deben coger de frente y para superarlos se pone cuerpo y alma. Alma no le ha faltado y cuerpo y salud se lo está dejando en el camino.
Valiente ella y afortunado yo por poder decir que es mi hermana.
Comentarios
Siendo padre y viendo lo que uno sería capaz de hacer por sus hijos, ¿no te parece inverosimil que haya padres que renuncien a sus hijos?