Una mañana cualquiera y una hora cualquiera de un día cualquiera. Recibo la llamada de un amigo.
- ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Él, mi amigo, me ha llamado para saber de mí sin tener una razón concreta o definida para hacer esta llamada.
Podría no haberlo hecho y podría haber llamado a cualquier otro conocido, amigo, vecino o familiar. Pero me llamó a mí.
Yo fui el elegido y por alguna razón que no sabría concretar, soy yo quien recibió la llamada. Llamada que me reconfortó bastante y que, por otra parte, me creó un poco de incomodidad al pensar que se me adelantó.
¿Sabemos valorar que entre las muchas personas a las que podía llamar lo hizo a mi número móvil? No siempre. Y marcó mi número
Qué bueno es saberse el elegido y qué bueno es tener un amigo.
Gracias amigos
- ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Él, mi amigo, me ha llamado para saber de mí sin tener una razón concreta o definida para hacer esta llamada.
Podría no haberlo hecho y podría haber llamado a cualquier otro conocido, amigo, vecino o familiar. Pero me llamó a mí.
Yo fui el elegido y por alguna razón que no sabría concretar, soy yo quien recibió la llamada. Llamada que me reconfortó bastante y que, por otra parte, me creó un poco de incomodidad al pensar que se me adelantó.
¿Sabemos valorar que entre las muchas personas a las que podía llamar lo hizo a mi número móvil? No siempre. Y marcó mi número
Qué bueno es saberse el elegido y qué bueno es tener un amigo.
Gracias amigos
Comentarios
http://www.youtube.com/watch?v=bMMoh_kK7tQ