Ir al contenido principal

A vueltas con el ahorro energético

Me acerco a la máquina de café de la oficina. Introduzco la cápsula de sabor suave, material biodegradable y tostado ecológico en el lugar adecuado. Pulso el botón que me permitirá tomar un café. Y…. vaya¡¡ el depósito del agua agotado.

Saco el depósito y me dirijo a rellenarlo en la máquina dispensadora de agua que tampoco falta en cualquier oficina.
Estas fuentes de agua tienen dos grifitos. Uno de agua caliente y otro de fría.

Ahí me quedo pensando acerca del grifo que debo utilizar.
Si uso el de agua caliente ahorraré la energía que la máquina de café debe usar para calentar el agua del depósito. Aunque el ahorro no es real pues la fuente de agua utilizó antes la misma energía para calentar el agua y además volverá a utilizar otra cantidad de energía para calentar el agua que reemplazará la extraída del depósito de agua caliente de la fuente. Complicado.
No dejo de lado la complicada ecuación que supone dilucidar sobre las diferentes temperaturas que regulan los termostatos de esas máquinas. ¿Cual de estas máquinas utliza más eficientemente la energía y por tanto contribuye en mayor medida a la sostenibilidad del planeta? Debería leer más sobre sostenibilidad.

Entonces pulsaré el grifo del agua fría de la fuente. Pero la fuente también utilizó una cierta energía para enfriar el agua. Y si extraigo una parte del depósito de agua fría la fuente volverá a enfriar el agua que entra nuevamente en el depósito de la fuente. Se complica más la decisión.

Puedo ir al baño y rellenar el depósito en el lavabo del baño. Pero tampoco creo sea una buena decisión porque el sabor del café con agua del baño es peor. Y si dejo de utilizar la fuente de la oficina acabaran por tomar la decisión de eliminarla. No quiero pensar que esté poniendo en peligro el puesto de trabajo del distribuidor de fuentes de agua.
Las complicaciones se multiplican.

Mis compañeros de trabajo empezarán a preguntarse qué hago frente a la fuente del agua con el depósito de agua de la cafetera hace más de veinte minutos con una cara de indecisión tremenda.

¿Cómo podría explicarles que mi compromiso con el planeta me obliga a sopesar pros y contras de una decisión tan importante? Tampoco quiero comprometer el puesto de trabajo de nadie. Y mucho menos el mío.

Nos acercamos a la media hora en el cuartito de la fotocopiadora junto a la fuente de agua y la cafetera. Ahora me pongo a pensar en el gasto energético que supone la luz encendida del cuartito de la fotocopiadora durante más de media hora.

Corro a apagar la luz. No veo nada, no puedo hacerme el café, mi puesto de trabajo puede empezar a peligrar y no sé donde dejar el depósito del agua de la cafetera.

Vuelvo a mi puesto de trabajo sin haber tomado café pero feliz por mi renovado y fortificado compromiso con el planeta.

Anuncian que la tasa de parados supera el 20% de la población activa pero en lugar de pensar en estas minucias yo he sido capaz de dedicar casi media hora a salvar el planeta y preservar el medio ambiente.

Podría llegar a ser un gran político.

Comentarios

El Impenitente ha dicho que…
Un vaso de leche fría a partir de ahora.

No sé por qué, pero me parece que tú tienes escrúpulos, prejuicios y cierto grado de decencia. Ni cinco minutos aguantarías en política.
Altosybajos ha dicho que…
y lo que es más grave aún es que tengo sentido del ridículo.

Entradas populares de este blog

Mal aprendido

Hoy por la mañana he salido a correr y como de costumbre salir a correr siempre tiene su recompensa. Y digo correr que no entrenar porque tras algunos días sin salir a correr, los 11 km se me han hecho largos a pesar de llevar un ritmo en torno a 5`30´´ He salido a correr con mi amigo José pero sin saber cómo lo he perdido y no nos hemos vuelto a encontrar. El destino me tenía reservado nuevas vivencias. No quiero dejar de señalar lo chulas que son las nuevas mallas que ha estrenado mi amigo. Atrevidas sin duda. Y hoy la inesperada recompensa ha sido poder escuchar dos conversaciones entre corredores a las que sin querer (o queriendo un poquito solo) he tenido acceso. La primera ha tenido lugar en el kiosko del rio junto a la fuente que hace de punto de encuentro para corredores de la zona.        Allí han   llegado un grupo de corredores entre los cuales el más joven superaba sin duda los 60 años. Esperaba yo junto a ellos a mi amigo Jose cuando ha llegado un hombr

Maratón 2016

Tengo la costumbre de escribir una pequeña crónica de la maratón una vez acabada. Este año la crónica se demora unos días porque prefiero escribir con la cabeza fría sin dejarme llevar por las sensaciones en caliente tras la carrera. 20 de noviembre de 2016 domingo 8:30 temperatura 9ºC y cielo nublado. Día ideal para correr y casi 19.000 corredores preparados en la salida. Todo debía salir bien.   Y empezamos por el final. Maratón finalizado 3h56’ Esta es la parte positiva y la negativa es que acabé muy decepcionado y lejos de mi objetivo que consistía en estar alrededor de las 3h40’ además de las malas sensaciones que me acompañaron desde el km 35 hasta el final. Este no es mi primer maratón, ya son ocho si las cuentas no me fallan, y sabía perfectamente a lo que me enfrentaba. Crucé la meta con los ojos enrasados por una mezcla de rabia y decepción por no haber conseguido el objetivo. Los últimos 7 km fueron una mezcla de andar y correr con una desagradable sens

Abril 2013

Varios meses sin pasar por aquí, pero lejos de verlo como un paso atrás siento que han sido unos meses de recuperación y de suma de un nuevo impulso. Estos meses he aprovechado para poner en orden los muebles de mi trastero mental y retomar viejas y saludables costumbres. Sigo corriendo con asiduidad.   En cuanto a lo laboral tan solo recordar lo que un compañero me decía días atrás: -           Al abrigo de Mercadona hace menos frío. Sigo viajando a menudo, Italia, Francia, Alemania, Barcelona (de momento sigo sin necesitar el pasaporte allí). Pero todos estos son viajes menores cuando escucho que un compañero de carreras tiene que ir dentro de un par de semanas por trabajo a Togo durante dos de años, al menos. ¿Y dónde leches está Togo? Si, en el quinto co….   No he dejado de jugar al pádel y esta semana pasada he vuelto a retomar las clases de pádel que me ayudan a ser igual de mediocre que siempre pero golpeando la pelota con mucho más estilo. Cuando acabo las clases má