Ir al contenido principal

Las cuentas del Gran Capitán.

Mayo es un mes de celebraciones. Bodas, bautizos y comuniones. Y yo durante el mes de mayo y junio estoy “disfrutando” de todas ellas. Qué alegría qué alboroto.
La más significativa fue la comunión de mi chaval (morlaco que apenas cumplidos los 9 años tiene 145 cm de alzada y 40 kg de peso).
La madre de la criatura estuvo sublime en cuanto a los preparativos y la señalada jornada salió a pedir de boca.
Todo fue sensacional excepto cuando empecé a echar cuentas de los gastos incurridos.
Cuando la ira empezaba a apoderarse de mí, caí en la cuenta de que la mejor solución sería hacer las Cuentas del Gran Capitán. Ahí van:

Poder disfrutar de toda la familia (bien, gracias) reunida en un gran salón. No tiene precio.

Rajar de mi suegra en compañía de mis cuñados. Impagable.

Detalle del restaurante colocando porterías de fútbol en la explanada anexa permitiendo que los adultos coman con tranquilidad mientras la chavalería destroza los zapatos de ceremonia. Agradecimiento eterno.

Pedorretas variadas vitoreando al jardinero del restaurante por cuidar con esmero el césped que dejó manchas verdes imborrables en el traje de marinero. Excelso.

Viajes al centro comercial a cambiar, canjear y trapichear con la multitud de regalos desparramados por el salón de casa. Coñazo inenarrable.

Placer sinfín de pasar horas viendo las fotos del evento una y otra vez. Alabanzas.

Y así un sinfín de razones más que sumaban en total la importante cantidad de dinero transferida a diversas cuentas de acreedores. Todo cuadraba y justificaba detalladamente hasta el último euro gastado.

Para ilustrar la entrada adjunto aquí las verdaderas cuentas del Gran Capitán, Don Gonzalo Fernández de Córdoba.


Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados; por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados; por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados; y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados.

.

Comentarios

el Sr. Skywalker ha dicho que…
Don Gonzalo fue el verdadero inspirador de los ministros de economía a la hora de hacer los Presupuestos Generales del estado. ¿No ves que nunca se cumplen en lo gastado ni aciertan en las predicciones? Pues eso.
El Impenitente ha dicho que…
No obligar a tu amigo Impenitente a ver fotos y vídeos del evento, eso sí que no tiene precio.

Por parte de Ana no tengo cuñados. No tener cuñados tampoco tiene precio. No tener con quién rajar de mi suegra (espero Ana que no leas esto. Ya sé que no me puedo quejar. Ana siempre me recuerda un día en que le dije que si mis padres fuesen mis suegros hace años que estaríamos divorciados) pues hombre, ¿cuánto hay que poner?

Entradas populares de este blog

Mal aprendido

Hoy por la mañana he salido a correr y como de costumbre salir a correr siempre tiene su recompensa. Y digo correr que no entrenar porque tras algunos días sin salir a correr, los 11 km se me han hecho largos a pesar de llevar un ritmo en torno a 5`30´´ He salido a correr con mi amigo José pero sin saber cómo lo he perdido y no nos hemos vuelto a encontrar. El destino me tenía reservado nuevas vivencias. No quiero dejar de señalar lo chulas que son las nuevas mallas que ha estrenado mi amigo. Atrevidas sin duda. Y hoy la inesperada recompensa ha sido poder escuchar dos conversaciones entre corredores a las que sin querer (o queriendo un poquito solo) he tenido acceso. La primera ha tenido lugar en el kiosko del rio junto a la fuente que hace de punto de encuentro para corredores de la zona.        Allí han   llegado un grupo de corredores entre los cuales el más joven superaba sin duda los 60 años. Esperaba yo junto a ellos a mi amigo Jose cuando ha llegado un hombr

Maratón 2016

Tengo la costumbre de escribir una pequeña crónica de la maratón una vez acabada. Este año la crónica se demora unos días porque prefiero escribir con la cabeza fría sin dejarme llevar por las sensaciones en caliente tras la carrera. 20 de noviembre de 2016 domingo 8:30 temperatura 9ºC y cielo nublado. Día ideal para correr y casi 19.000 corredores preparados en la salida. Todo debía salir bien.   Y empezamos por el final. Maratón finalizado 3h56’ Esta es la parte positiva y la negativa es que acabé muy decepcionado y lejos de mi objetivo que consistía en estar alrededor de las 3h40’ además de las malas sensaciones que me acompañaron desde el km 35 hasta el final. Este no es mi primer maratón, ya son ocho si las cuentas no me fallan, y sabía perfectamente a lo que me enfrentaba. Crucé la meta con los ojos enrasados por una mezcla de rabia y decepción por no haber conseguido el objetivo. Los últimos 7 km fueron una mezcla de andar y correr con una desagradable sens

Abril 2013

Varios meses sin pasar por aquí, pero lejos de verlo como un paso atrás siento que han sido unos meses de recuperación y de suma de un nuevo impulso. Estos meses he aprovechado para poner en orden los muebles de mi trastero mental y retomar viejas y saludables costumbres. Sigo corriendo con asiduidad.   En cuanto a lo laboral tan solo recordar lo que un compañero me decía días atrás: -           Al abrigo de Mercadona hace menos frío. Sigo viajando a menudo, Italia, Francia, Alemania, Barcelona (de momento sigo sin necesitar el pasaporte allí). Pero todos estos son viajes menores cuando escucho que un compañero de carreras tiene que ir dentro de un par de semanas por trabajo a Togo durante dos de años, al menos. ¿Y dónde leches está Togo? Si, en el quinto co….   No he dejado de jugar al pádel y esta semana pasada he vuelto a retomar las clases de pádel que me ayudan a ser igual de mediocre que siempre pero golpeando la pelota con mucho más estilo. Cuando acabo las clases má