Mi hijo seguramente diría que son "guay" y tal vez no entienda el por qué fardan pero no tengo duda de que molan y fardan mucho.
No soy yo muy partidario de comprar artículos Nike pero aprovechando mi viaje a Nueva York visité la tienda Niketown y me atrajo este modelo de zapatillas. Tanto que pedí talla, me las probé y las compré.
¿ A que molan? Y lo que voy a fardar con ellas.
Y como es de bien nacidos ser agradecidos no puedo dejar de lado mis viejas Asics que me han acompañado durante tantos kilómetros.
Las llevamos en su bolsa, las cuidamos, vigilamos sus achaques y jamás las lavamos. No queremos que pierdan sus "propiedades".
Y cuando acaba su vida útil las guardamos cual reliquia sagrada porque han superado los kilómetros recomendados por el fabricante.
Seguro que escribo esta entrada por la morriña que tengo desde que vi la foto de las zapatillas de clavos Munich de "el marroquí". Aunque fui un mediocre corredor de pista, guardo un vago recuerdo de las sensaciones recibidas al correr con clavos en la pista de ceniza de la Universidad de Valencia.
Y hasta aquí el pequeño homenaje a nuestras compañeras de entrenamientos y que no será el último.
Comentarios
Las zapatillas, como los coches y tantas otras cosas, cuanto más compartes con ellos más cerca estás del momento de despedirte de ellos de manera cruel. La basura. La chatarra.
Yo tampoco soy muy amigo de Nike (ni Adidas) pero hay que reconocer que molan mucho y que vas a fardar un huevo.