Ir al contenido principal

Yo voy cómodo. ¿Y tú?

Siempre es bienvenido ver caras conocidas por el rio mientras corres.

Hace años que corro por el rio y me cruzo de vez en cuando con un antiguo compañero de carrera, de farmacia no pedestre, apellidado Villanueva.
Hemos tenido algún año que no nos hemos visto, pero la cabra acaba tirando al monte y hace unos días nos vimos de nuevo.

En la última ocasión Ramón, el compañero de carrera, corría acompañado de su hijo que por más señas se llama como el mío.

¡Cómo comen los niños de hoy en día!. Y la de vitaminas que les damos.
El hijo en cuestión tiene unos 18 años. Ramón es alto pero el hijo es muy alto. El chaval práctica atletismo en el Terra i Mar, pasa vallas para ser más concreto.

El caso es que nos juntamos los tres a rodar unos minutos.
Al poco de estar rodando sacamos el recurrente comentario entre corredores:
- ¿Vas bien a este ritmo?
- Si, bien, voy cómodo.
Efectivamente como podéis imaginar íbamos por encima de nuestro ritmo habitual de rodaje pero poníamos cara de póker y aguantábamos lo mejor que podíamos. El único sincero fue el chaval que se atrevió a decir:
- Yo voy un poco forzado.
Ahí el chaval firmó su sentencia de muerte pues al padre y a mi nos faltó tiempo para apretar el ritmo y esbozar cierta sonrisa.
Allí estaba el niño aguantando como podía, con la cara desencajada y perdiendo metros.
Rodamos así unos kilómetros más hasta que cada uno tomó su propio camino hacia casa.

Entiendo que pudo ser un poco cruel la actuación de Ramón y mía hacia el chaval pero satisfacciones como esta nos quedan pocas y no podíamos dejar pasar la ocasión.

El corredor popular tiene pocas oportunidades de alardear de los resultados de sus entrenamientos y no podemos dejar pasar la ocasión. Aunque llegara a casa asfixiado.

Comentarios

El Impenitente ha dicho que…
Vas a ir al infierno. Y supongo que ese día bajarías al bar y le quitarías a Juanito la palabra y serías tú el centro de la conversación.
GARRATY ha dicho que…
Ya me ha ocurrido en dos ocasiones desde que estoy en mi nuevo trabajo que alguien comenta que corre y yo le sigo la conversación y la voy encauzando, y lo guío suavemente hacia mi tela de araña y cuando ya ha comentado que hace algún diez mil y que sueña con una media o cosas por el estilo le suelto, como quién no quiere la cosa, que se haga el ánimo, que yo llevo siete maratones y no cuesta tanto. A partir de ahí ya solo me queda disfrutar de la adulación. Qué poquito hace falta para ser feliz.
Altosybajos ha dicho que…
La vida es dura y el rio es buen lugar para empezar el aprendizaje.

Hace calorcito, hay malas mujeres y seguro que me encontraré con la compañía de alguno de vosotros. Pues bienvenido sea el infierno.

Así es, qué poquito necesitamos para ser felices.

Entradas populares de este blog

Slow Life

Hace días que no aparezco por mi blog. Casi un mes sin depositar aquí mis historias, alegrías, miserias,… Pocas cosas se producen por casualidad, y repasando lo escrito hasta la fecha sigo sin tener muy claro por qué y para qué escribo aquí. Tampoco es que ahora lo tenga claro. Una cosa me queda clara. Quiero compartir lo que me interesa, mis alegrías y mis experiencias. Y si tengo suerte esperar que alguien aparezca al otro lado compartiendo, aportando, alegrándose, sonriendo, riendo o simplemente despreciándome. Slow Life Escuché esta expresión en un par de lugares y me llamó la atención. Personas que abandonan su estilo de vida y optan por un nuevo modo de vida. A veces son las circunstancias las que obligan a un cambio en el estilo de vida. Por ejemplo un despido. Algunos, en mi opinión atrevidos, optan por un nuevo estilo de vida: Slow Life. Dejan las prisas, el stress, los horarios, la comida rápida,…. Y adoptan un nuevo estilo de vida. Empiezan a trabajar en aquello que les gus

Maratón 2016

Tengo la costumbre de escribir una pequeña crónica de la maratón una vez acabada. Este año la crónica se demora unos días porque prefiero escribir con la cabeza fría sin dejarme llevar por las sensaciones en caliente tras la carrera. 20 de noviembre de 2016 domingo 8:30 temperatura 9ºC y cielo nublado. Día ideal para correr y casi 19.000 corredores preparados en la salida. Todo debía salir bien.   Y empezamos por el final. Maratón finalizado 3h56’ Esta es la parte positiva y la negativa es que acabé muy decepcionado y lejos de mi objetivo que consistía en estar alrededor de las 3h40’ además de las malas sensaciones que me acompañaron desde el km 35 hasta el final. Este no es mi primer maratón, ya son ocho si las cuentas no me fallan, y sabía perfectamente a lo que me enfrentaba. Crucé la meta con los ojos enrasados por una mezcla de rabia y decepción por no haber conseguido el objetivo. Los últimos 7 km fueron una mezcla de andar y correr con una desagradable sens

Viendo pasar la vida

En la vida podemos adoptar muchas posturas o actitudes, pero simplificando podríamos decir que son dos. Participativa y activa o contemplativa, “viendo pasar la vida”. Cumplida cierta edad, es común que se adopte la postura contemplativa. He terminado de leer el libro “El guardián entre el centeno”. La actitud frente a la vida del joven personaje es participativa pero adoptando una postura combativa frente a lo que comúnmente denominamos correcto. Empecé el libro con unas expectativas enormes. No hace mucho que falleció el autor, J. Salinger, y por las notas de prensa parece ser que se trata de un escritor relevante. En ciertos momentos me pareció estar leyendo una obra de P. Auster. Ambos son norteamericanos y las obras que he leído de ellos transcurren, en parte, en Nueva York. Al final acabé decepcionado. No me gano la vida como crítico literario ni tampoco creo que pudiera. Pero este libro, “el guardián entre el centeno” me ha parecido decepcionante. Últimamente tengo muy mala suer